Los documentos consultados y utilizados para la realización de un TFE deben quedar mencionados en el mismo, para aportar rigor académico y no incurrir en plagio.
Debemos citar siempre los documentos de los que tomemos una idea, teoría, dato o explicación, tanto si reproducimos literalmente un párrafo cita literal, incluimos una imagen o gráfico, como si utilizamos una paráfrasis (cita no literal).
No se tiene que citar la fuente cuando la información que incluimos procede de nuestras propias ideas, conclusiones o experiencias o cuando la información pertenece al conocimiento común o es de dominio público.
En el caso de no citar los documentos utilizados en tu TFE, estarías plagiando. Tienes que saber que la UAL dispone de un programa detector de plagio: TURNITIN.
Para identificar los documentos consultados en tu TFE, utilizaremos:
Las citas textuales o directas son transcripciones exactas de un fragmento de un documento. Replican de manera literal el texto de la fuente citada y deben transcribir las obras originales con exactitud, no se deben hacer cambios en la ortografía, en el uso de las mayúsculas o puntuación interna de la obra. Si hay algún error de ortografía, puntuación o gramática en la fuente original y este error pudiera confundir a los/as lectores/as, debe insertarse, en itálica y entre corchetes, la palabra [sic], inmediatamente después del error en la cita.
“Entre los principales factores atribuyidos [sic] como causas de la crisis económica se encuentran … crisis crediticia-hipotecaria y de confianza en los mercados.” (Martinello, 1983, p. 77).
En estilo APA, aquellas citas textuales que poseen menos de 40 palabras deben ser colocadas entre comillas.
Las citas que posean 40 palabras o más deberán ser transcritas en un párrafo aparte, con una sangría de 5 espacios (½ pulgada: 1,27 cm) y sin comillas.
Sea cual sea el número de palabras, las citas en texto deben incorporar la ubicación en el documento original del texto reproducido, indicando el número de página o el párrafo en fuentes no paginadas.
Ejemplos de cita textual o directa en estilo APA:
Menos de 40 palabras:
Cita en texto: |
El protocolo z39.50, bien conocido en las bibliotecas, es uno de los principales conectores usados en la metabúsqueda. Aprobado como norma por la ISO en 1988 es, como Ortiz-Repiso (2005) señala, “el estándar más universal que existe para acceder a bases de datos y catálogos bajo una misma interfaz” (p. 401). |
Referencia al final del trabajo: |
Ortiz-Repiso, V. (2005). El catálogo de acceso público en línea: Integración y diversificación. En La biblioteca universitaria : análisis en su entorno híbrido (pp. 395–422). Madrid: Sintesis. |
Más de 40 palabras:
Cita en texto: Para Novotny (2004) la inhabilidad en el manejo de los sinónimos es tan preocupante que se pregunta si debemos diseñar sistemas de recuperación que no asuman esta habilidad, y que le sugieran a los usuarios los sinónimos adecuados: As a result of this study, the author has placed greater emphasis in his instruction sessions on how to incorporate synonyms into a search and, just as important, why one would want to do such a thing. Alternatively, it may be that we need to design future systems that do not assume this ability. Such systems could automatically offer a thesaurus of related terms, especially in cases where users retrieve relatively low numbers of matches. (p. 534)
Referencia al final del trabajo: Novotny, E. (2004). I don’t think I click: A protocol analysis study of use of a library online catalog in the Internet age. College Research Libraries, 65(6), 525–537. |
Una cita indirecta o paráfrasis es la adaptación de un fragmento o idea del texto de otro/a autor/a al contexto de nuestro trabajo, expresando con nuestras propias palabras las ideas y/o el contenido del documento fuente.
Debemos tener en cuenta que aun cuando se haga una paráfrasis, sigue siendo una cita. Parafrasear no elimina la posibilidad de cometer plagio. Por lo tanto, debemos asegurarnos de aplicar las directrices de citación de manera correcta.
Ejemplos de cita indirecta o paráfrasis en estilo APA:
Cita en texto:
Selwyn (2008) también investigó los hábitos de búsqueda de información de más de 1200 universitarios ingleses y concluyó que más del 50% usa Internet para buscar información con fines académicos siempre que lo necesita.
Referencia al final del trabajo: Selwyn, N. (2008). An investigation of differences in undergraduates’s academic use of the Internet. Active learning in Higher Education, 9(1), 11–22. doi: 10.1177/1469787407086744 |
Citas en texto: Pero más allá de la fuente de información que usan, ¿cómo buscan la información? Diferentes autores (Hoeppner, 2012; Markey, 2007; Novotny, 2004 y Place, 2010) sostienen que el impacto de los buscadores de Internet no sólo ha cambiado las fuentes de información a las que recurren los usuarios, también ha transformado el modo en que buscan, sus estrategias de búsqueda y sus expectativas.
Referencias al final del trabajo:
Hoeppner, A. (2012). The Ins and outs of evaluating web-scale discovery services. Computers in libraries, 32(3), 6–10. Recuperado de http://www.infotoday.com/cilmag/apr12/Hoeppner-Web-Scale-DiscoveryServices.shtml
Markey, K. (2007). Twenty-five years of end-user searching, part 1: research findings. Journal of the American Society for Information Science and Technology, 58(8), 1071–1081. doi: 10.1002/asi.20462
Novotny, E. (2004). I don’t think I click: A protocol analysis study of use of a library online catalog in the Internet age. College Research Libraries, 65(6), 525–537.
Place, T. (2010). Is integrated search the answer of libraries to Google? En X Workshop Rebiun sobre proyectos digitales: diez años de proyectos digitales: cambian las bibliotecas, cambian los profesionales. Valencia, 7 y 8 de octubre de 2010. Recuperado de http://hdl.handle.net/10251/8678 |
(Estilo APA) Citas en texto: Tendencia a seleccionar los primeros resultados aceptables que se encuentran. Novotny (2004) coincide con Anglada (2010) y otros autores (Breeding, 2012a, 2012d; Swanson y Green, 2011), al sostener que muchos usuarios prefieren resultados aceptables conseguidos con facilidad a resultados mejores que supongan más esfuerzo: Most utilize the Principle of Least Effort, which states that “most researchers (even serious scholars) will tend to choose easily available information sources, even when they are objectively of low quality and, further, will tend to be satisfied with whatever can be found easily in preference to pursuing higher-quality sources whose use would require a greater expenditure of effort. (Novotny, 2004, p. 533)
Referencias al final del trabajo:
Anglada, L. (2010). Bibliotecas: un enfermo con una mala salud de hierro. Anuario ThinkEPI, 4, 72–78. Recuperado de http://www.recercat.net/handle/2072/68408
Breeding, M. (2012a). Library web-scale. Computers in Libraries, 32(1), 19–22. Recuperado de http://www.librarytechnology.org/ltg-displaytext.pl?RC=16577
Breeding, M. (2012d). Tendencias actuales y futuras en tecnologías de la información para unidades de información. El Profesional de la Información, 21(9), 9–15. Recuperado de http://www.elprofesionaldelainformacion.com/breedingespanol.pdf
Novotny, E. (2004). I don’t think I click: A protocol analysis study of use of a library online catalog in the Internet age. College Research Libraries, 65(6), 525–537.
Swanson, T. A, y Green, J. (2011). Why we are not Google: Lessons from a library web site usability study. The Journal of Academic Librarianship, 37(3), 222–229. doi:10.1016/j.acalib.2011.02.014 |
También llamadas citas secundarias.
Cuando se cita una obra que aparece citada en otra fuente. Es decir, cuando no se consulta la obra original, sino que se conoce a través de la obra que la cita.
En el caso de utilizarlo debe quedar aclarado, indicando el autor y el título de la obra original, el autor que la cita y qué obra lo hace. En la cita que se realice en el texto se nombra el trabajo original y se cita la fuente de donde se extrae. Como norma general se aconseja que su uso se mantenga al mínimo, recomendándose que se consulte la fuente original de información.
En la referencia se cita al autor que ha citado la obra original.
Mira este ejemplo, siguiendo el estilo APA:
Cita
(Andrade, 2013, como se citó en Román, 2014)
Referencia
Román, C. (2014). Título del libro. Editorial ABC.
Las citas y referencias pueden elaborarse:
- Manualmente, redactando las citas y las referencias correspondientes en la bibliografía final.
- Utilizando generadores de citas y referencias online (Zotero Bib, Cite this for me).
- Utilizando gestores bibliográficos (Mendeley)
Los estilos bibliográficos son un conjunto de reglas que definen qué datos deben incluirse al citar y al hacer la referencia de cada tipo de documento usado en un trabajo, así como el orden y el formato tipográfico en que deben transcribirse dichos datos.
Para redactar las citas y referencias de una manera uniforme y coherente existen una variedad de estilos. El estilo elegido está asociado, generalmente, a un área de conocimiento y/o entidad profesional.
Los más conocidos y utilizados son:
• Uniform o Vancouver, muy utilizado en publicaciones de medicina y biomedicina.
• APA (American Psychological Association), muy utilizado en psicología, educación, ciencias sociales y humanidades
• MLA (Modern Language Association), utilizado en lingüística y filología.
• Estilo IEEE, muy utilizado en ingeniería.
• Chicago, en historia, humanidades, arte, literatura y ciencias sociales.
• La norma española UNE ISO 690:2024. Información y documentación. Directrices para la redacción de referencias bibliográficas y de citas de recursos de información [traducción de la ISO 690:2010]. No es un estilo, es una norma que marca unas directrices para las citas y las referencias bibliográficas. Puede emplearse en cualquier disciplina.
Si tienes dudas sobre cómo y dónde buscar información para tu trabajo final, o cómo citar o redactar la bibliografía, contacta con nosotros a través del Centro de Atención al Usuario (CAU).